El éxito requiere esfuerzo y sacrificio, y Davi Tenorio es un ejemplo. Este joven brasileño, residente en Andorra y formado en el programa GET Blume, ha hecho realidad su sueño de jugar profesionalmente en Italia con el Cucine Lube Civitanova. Hace solo unas semanas, su dedicación lo llevó a ganar la Coppa Italia, un torneo que reúne los ocho mejores equipos y abre la puerta de la Copa CEV.
“Aquí no se ficha a jugadores para formarse, sino para jugar y ganar títulos”, sentencia la joven promesa, que quiere hacerse un hueco entre los mejores a base de esfuerzo, talento y trabajo. Tenorio ha abandonado este verano el Río Duero Soria de la Superliga Masculina, donde era entrenado por su valedor en la GET Blume, Alberto Toribio, para llevar a cabo nuevos retos profesionales. Según el deportista, el club de Macerata es una entidad enfocada en los resultados y los triunfos, aspecto que define habitualmente a los equipos profesionales de cualquier deporte. “La diferencia con la Superlliga recae en esto, puesto que todo el mundo que forma parte del club trabaja únicamente para lograr los éxitos”, asiente.
Unos días después del hecho que nuestro protagonista se hubiera convertido en campeón de la Copa, sin apenas descanso, el equipo se preparaba para afrontar un nuevo reto: la vuelta de los cuartos de final de la Challenge Cup ante el Groningen por una posición en las semifinales. “La alegría que sentimos fue con el triunfo en la Copa fue apoteósica, porque sabíamos que el grupo era capaz de conseguir un hito de estas características”, indica. El conjunto italiano ha conseguido hacerse con un trofeo que hacía cuatro temporadas que no levantaba, concretamente desde la campaña del Covid-19, la 2020-2021.
Con solo 19 años, Davi Tenorio ha conseguido el triunfo en la Copa de España con el Soria (2024) y ahora la Coppa Italia (2025). “Hay muchos deportistas que entrenan y juegan para poder conseguir un título así, y yo he tenido la suerte de obtenerlo gracias a los compañeros con quienes he jugado”, culmina. El brasileño confiesa que se encuentra jugando cada fin de semana contra gente a la cual ha visto por televisión desde que era un niño. Actualmente, es el jugador de la plantilla más joven y, por consiguiente, el que menos minutos lleva disputados, pero siempre que sale a pista aprovecha para atraer la atención del entrenador. Su equipo, el Cucine Lube Civitanova se ha clasificado también para la final de la CEV Volleyball Challenge Cup.
La relación de Davi con el voleibol proviene de los vínculos familiares. Su padre, que había sido primero jugador y después entrenador, le trasladó la pasión por nuestro deporte desde que el brasileño era bien pequeño, a pesar de que practicara otro deporte. “Jugaba en el Andorra de baloncesto y, un día, mi padre me preguntó si quería ir a la Copa España de alevín, donde tenía algunos amigos. La experiencia de viajar a Valladolid, competir con otros equipos del territorio y pasar tiempo con mi grupo de amigos me marcó, queriendo volver año tras año”, resume.
Davi Tenorio pasó solo dos temporadas en la GET Blume, donde aprendió una ética de trabajo de la mano de su mentor, Alberto Toribio. “Teníamos un equipo muy joven, los entrenamientos eran muy animados, y esto ayudaba mucho a trabajar, porque cada sesión contaba con un aliciente diferente”. “Una cosa que te regala el deporte son amigos, de Soria y de Blume me han quedado algunos, con los cuales aprovecho para pasar tiempo siempre que tengo un hueco libre, esté en España o que vienen a verme en Italia”, indica.
Con el tren de vida que comporta formar parte de un conjunto profesional (entrenamientos, viajes, planificaciones, partidos…) Tenorio tiene tiempo de recordar los suyos: “echo de menos a mi familia, mis amigos y todo lo que tenía en Andorra, pero es parte del proceso; una cosa que he hecho desde que estoy en Blume, el hecho de estar lejos de casa y a la cual ya estoy acostumbrado”, concluye.